La BNE exhibe la
exposición ‘Retrato y literatura’, una colección de retratos de todos los
escritores galardonados desde 1975. La muestra permanecerá hasta el próximo 25
de enero.
Cartel de la exposición |
Esta galería reúne 39 pinturas y fotografías de
personajes como Rafael Alberti, Antonio Buero Vallejo, Adolfo
Bioy Casares, Miguel Delibes, Ana María Matute o Carlos Fuentes. La galería está
ordenada de forma cronológica y se abre con un óleo de Jorge Guillén, primer
Premio Cervantes en 1975.
La ocasión ha permitido sacar de la cámara acorazada de la BNE el
manuscrito de El Aleph de Borges, uno de los pocos
que se conserva del escritor, que solía destruir los originales. La institución
compró el cuento en una subasta en Sothebys en 1985 por 19.000 libras
esterlinas (24.234 euros). Entre las curiosidades de la muestra figura un
pequeño autorretrato de Gonzalo Torrente Ballester y un dibujo de José Manuel Caballero Bonald dedicado a Jorge Guillén.
De las 39 obras, sólo una es ajena a la colección
pública: un retrato de Rafael Sánchez Ferlosio cedido por el autor para la
muestra. En toda la historia del Cervantes, el escritor ha sido el único que se
negó a figurar en la galería de la Biblioteca Nacional, pero sí aceptó
participar en la exposición. Su dibujo se diferencia, además, por el formato y
el marco. En los últimos años han entrado en la colección algunas fotografías,
entre ellas las realizadas por Jordi Socías y Uly Martín a Sergio Pitol y José Emilio Pacheco, respectivamente, o la que Alan Flores
realizó en color a Elena Poniatowska frente a un retablo barroco mexicano.
Historia
En 1999, por iniciativa del entonces secretario de
Estado de Cultura, Miguel Ángel Cortés, se decidió crear la Galería de Retratos
de los Premios Cervantes con la doble finalidad de homenajear a los escritores
e impulsar la creación artística contemporánea. Se designó la BNE como sede.
Una comisión de expertos proporcionó 27 nombres de pintores (entre ellos,
Guillermo Pérez Villalta, Herminio Molero, Juan Vida, Carlos García-Alix,
Carlos Franco, Mari Puri Herrero, Rafael Cidoncha o Hernán Cortés Moreno) y
fijó el formato de las obras.
A partir de 2000 desapareció la comisión y se
estableció un procedimiento distinto, que aumentaba la disparidad artística.
Cada premiado elige ahora al autor de su retrato, aunque con una condición
económica: la BNE paga como máximo 6.000 euros por cada obra. “A pesar de esas
dos etapas, yo sería incapaz de trazar una línea clara entre una parte de la
colección y la otra”, ha comentado el periodista y escritor Jesús Marchamalo,
comisario de la muestra, que ha seleccionado el material que acompaña a los
cuadros: libros, manuscritos o cartas.
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